La historia de Debbie Christofferson

Debbie Christofferson

Debbie Christofferson

Descubriendo la Palabra de sabiduría

Soy una registrada nutricionista. He sentido pasión por la nutrición desde que tengo memoria, especialmente en lo que se refiere a la Palabra de Sabiduría.

A medida que crié a mi familia, leí y releí esta revelación para encontrar la mejor manera alimentarles Siempre sentí cierta preocupación por la admonición de comer carne con “moderación” y pensé que estaba haciendo un buen trabajo cuando disminuía la carne en una receta de medio kilo a un quarto de kilo. Sin embargo, admito que era imparcial en mis pensamientos y actitud acerca de los vegetarianos y veganos, creyendo que sus dietas eran demasiado extremas. ¡Nadie podía estar más sorprendida que yo, ahora que sigo una dieta de alimentos integrales basados en plantas!

Mi viaje por el mundo de la alimentación basada en plantas comenzó hace varios años cuando entré a la tienda de Sam’s Club con mi amiga, Ilene Christensen, y descubrí que estaban realizando exámenes de colesterol gratuitos. Decidimos que nos tomaran el nuestro. El colesterol de Ilene fue 238 y el mío 201, lo que nos puso en riesgo de tener enfermedades cardiacas.

Como nutricionista estaba consternada por las dos. Yo no conocía a nadie que comiera más “saludable” que nosotras o alguien que ejercitara tanto como Ilene. Ella me preguntó si su colesterol era malo, yo le respondí que si ella hubiera estado en la oficina de su médico en lugar del Sam’s Club, el doctor le habría dado una receta de Lipitor, sobre todo teniendo en cuenta que su padre murió de un ataque al corazón cuando tenía sólo 46 años. Ella me preguntó qué podía hacer para bajar su colesterol, y mi respuesta fue que ella ya estaba haciendo todas las cosas que le diría una nutricionista. Le dije que se haga una cita con su médico.

A Ilene no le gustó mi respuesta y decidió hacer su propia investigación. Ella compró un libro sobre una dieta de alimentos integrales basados en plantas escrito por un médico. Mi reacción inicial al libro fue escepticismo debido a que un médico lo había escrito. Le dije que yo no he leía libros de dietas escritos por médicos porque tenían mínimo o ninguna base de nutrición porque escribían cosas realmente malas como nueva La revolución dietética del Dr. Atkins.

Ilene finalmente me convenció de leer el libro, y tenía sentido, tenía mucho sentido. A medida que lo comparé con la Palabra de Sabiduría, no encontré ninguna contradicción. De hecho, ¡Seguía la Palabra de Sabiduría en forma precisa! Le dimos a los consejos del libro un plazo de seis semanas para ver si podíamos realmente comer a base de plantas y para ver si hacía una diferencia en nuestra salud. Durante ese período de seis semanas también leí dos veces El Estudio de China escrito por T. Colin Campbell. ¡El libro literalmente cambió mi vida! Yo estaba más que decidida a comer una dieta de alimentos integrales basados en plantas por el resto de mi vida. Por cierto, después de nuestras seis semanas, nos revisamos nuestros niveles de colesterol nuevamente. El colesterol de Ilenede bajo de 238 a 164 y el mío bajó de 201 a 138. Además, ambas perdimos alrededor de ¡7 kilos!

En El Estudio de China, el Dr. Campbell habla de hacer cambios de paradigma. La mayoría de nosotros tenemos que conciliar esta nueva información con lo que creímos ser cierto durante tantos años. Mi propio cambio de paradigma se produjo de a poco. Por ejemplo, un gran cambio llegó muy temprano en mi aventura AIBP cuando Ilene me preguntó que tenía más proteínas, el brócoli o la carne. La miré como si hubiera perdido la razón. ¡Es evidente que ella tenía que saber que la carne era el alimento con más proteína! Cuando anuncié que había descubierto que, caloría por caloría, el brócoli tenía más proteína que algunos cortes de carne, me quedé asombrada. ¡¿Cómo podría una dietista NO saber eso ?! ¡Pero yo no lo sabía! Empecé a preguntarme qué más yo no sabía y empecé a buscar seriamente respuestas a preguntas que no se me había ocurrido preguntar.

Hace años me puse una meta de poner medidas saludables para mi peso, mi colesterol, mi presión arterial y glucosa, todo ello sin medicación. Sin embargo, no importaba lo duro que trataba de comer “bien” y lo duro que ejercitaba, yo todavía luchaba por mantener mi peso. Además, mis lecturas de mi presión arterial y colesterol seguían aumentando. Estaba empezando a creer que mi objetivo sería imposible de mantener. Cuando mi dieta de alimentos integrales basados en plantas alimentos integrales, trajo todos esos números de nuevo bajo control, experimenté dos emociones extremas. En primer lugar, yo estaba eufórica y llena de alegría que había encontrado algo tan simple que hacía una diferencia tan grande. A continuación, me sentí muy enojada con mi profesión y toda nuestra sociedad médica. ¿Por qué no me entere sobre una alimentación basada en plantas como una opción para la salud en mis estudios de dietética? ¿Por qué parece que todos en autoridad guardaban tantas verdades básicas del público americano? Durante un tiempo, de hecho me sentí avergonzada de poner las credenciales de nutricionista detrás de mi nombre porque yo creía que representaban una especie de mentira.

A medida que los años han pasado y mi ira se ha calmado, he encontrado la manera de hacer una diferencia en mi profesión. Ahora soy una instructora para la Fundación T. Colin Campbell, que ofrece un Certificado en Nutrición a base de plantas a través de eCornell. La nutrición todavía me apasiona. De hecho, mi pasión es más fuerte ahora que nunca, y me encanta compartir este mensaje con todo el que quiera escuchar. Doy gracias a mi Padre Celestial cada día por mi buena salud, que me llevó a descubrir los “tesoros ocultos” dentro de los alimentos integrales basados en plantas, y por las bendiciones prometidas de la Palabra de Sabiduría.

Debbie Christofferson, de 59 años, vive en Hyde Park, Utah, Estados Unidos. Ella es un miembro de la facultad de Nutrición, Dietética y Alimentación del Departamento de Ciencias de la Universidad de Utah y enseña el curso de Nutrición a Base de Plantas de eCornell. Ella tiene cuatro hijos y diez nietos. Le encanta cocinar, leer y viajar.

Descubriendo la Palabra de sabiduría

Texto traducido por Romina Uceda (Noviembre, 2014)

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